
Fuente: Misterio
La víspera de todos los santos, o All Hallows’ Eve en traducción inglesa, es una tradición de origen pagano que en realidad celebraba el fin del verano y el inicio de las cosechas en la antigua Irlanda.
Por esta razón comenzó a difundirse con rapidez en el mundo anglosajón, hasta llegar al otro lado del océano, donde se hizo una festividad popular entre los niños y jóvenes estadounidenses desde el siglo pasado.
Héctor Zagal, profesor de cultura de la Universidad Autónoma de México, señaló que en Europa los 31 de octubre se celebraba el Samhain, considerado como el año nuevo celta, fecha en la que los espíritus visitaban el mundo de los vivos, según decían los antiguos creyentes.
Algunos pobladores dejaban las ciudades vacías, mientras otros realizaban comidas y ofrendas a sus familiares muertos, e incluso ofrecían “sacrificios humanos”.
Posteriormente el cristianismo asumió la festividad, y declaró el primero de noviembre como Día de Todos los Santos y el dos como el Día de los Difuntos.
Con respecto al Halloween, Zagal sostiene que la tradición de la calabaza es especie de un amuleto contra los malos espíritus, recordó que existe una leyenda irlandesa en la que un niño dominó al Diablo metiéndolo dentro de una calabaza.
«Es una historia que se repite mucho, la de que una persona alcanza a dominar al diablo con algún truco. La tradición de pedir ‘dulce o truco’ de los niños en realidad es una especie de amenaza y refleja la idea de que si a los muertos o a las almas no les das algo, ellos vendrán a molestarte», concluyó el profesor Zagal.