Aunque nos cueste imaginarlo a quienes disponemos de varias piletas de agua caliente y fría en nuestros hogares, de piscinas, de fuentes en las plazas y regadío, aunque cada vez más escaso más o menos regular, una de cada cuatro personas de todo el mundo (cerca de 2000 millones) no tiene acceso a agua potable y una de cada dos carece de saneamientos seguros.
Áreas de África como Mozambique, Sudán, Níger, Etiopía, Chad solo son algunas de los tantos países del planeta tierra que carecen de agua.
También hay problemas para el acceso al agua en Asia, Oceanía, América, incluso en Europa, donde avanzan las sequías al mismo ritmo que la pobreza y las desigualdades.
Muchas personas sobreviven con menos de cinco litros de agua al día, la OMS considera que una persona necesita entre 50 y 100 litros de agua diarios para beber, asearse, limpiar y que la media de gasto en otros lugares es de 142 litros.
El problema es grave, porque en estos lugares donde el acceso al agua es limitado, difícil o, directamente inexistente, el problema no es sólo el evidente: no tener agua para beber.
Y es que la higiene es otro de los grandes retos. Pensemos en el lavado de manos que todos hemos interiorizado a consecuencia de la pandemia mundial y que, en estos lugares se convierte casi en misión imposible.
Por estas razones y muchas otras en Venezuela el “Partido Verde” de Heryck Rangel hace un llamado a cuidar el agua y protegerla, siendo uno de los recursos más importantes de nuestro planeta.
Con el lema “Venezuela Reverdece”, este movimiento ecosocialista, difunde en sus redes sociales de Instagram, Facebook, Tik Tok y Twitter mensajes para cuidar la madre tierra, los bosques y la naturaleza que rodea a cada habitante.

