
En un evento marcado por el análisis profundo de los flujos migratorios y las políticas que los rodean, fue la voz de una mujer deltana la que se convirtió en símbolo de resiliencia, dignidad y representación. Jorlys González Ruiz, periodista oriunda de Tucupita, Delta Amacuro, se destacó como una de las participantes más emotivas y contundentes del Encuentro Internacional “La Vorágine del Migrante Colombiano en el Mundo”, celebrado del 26 al 28 de septiembre en Pereira, Risaralda.
Desde su rol como miembro de la Mesa Nacional de la Sociedad Civil para las Migraciones ante la Cancillería de Colombia y el programa Colombia Nos Une, González no solo compartió su historia personal como migrante venezolana, sino que se convirtió en portavoz de miles de connacionales que hoy viven en Colombia y otros países del mundo.
“Dejar mi país no fue una opción, sino una necesidad para dar un futuro a mis hijas”, expresó ante una audiencia conmovida, al relatar las dificultades que enfrentó su familia: escasez de alimentos, falta de oportunidades y el alto costo de vida. Su testimonio puso rostro humano a las estadísticas que muchas veces desdibujan las realidades individuales.
Una deltana con voz propia
La participación de Jorlys fue más que testimonial. En los cinco paneles temáticos del encuentro —que abordaron desde los procesos migratorios globales hasta las agendas internacionales— la periodista deltana presentó propuestas concretas para mejorar la integración de los migrantes en los países de acogida. Educación, salud, empleo digno y políticas públicas inclusivas fueron parte de su llamado urgente a los líderes presentes.

“La migración puede ser una fuerza positiva si se gestiona con solidaridad”, afirmó con firmeza.
Además, dedicó palabras de agradecimiento a la Canciller Rosa Yolanda Villavicencio Mapy, a quien reconoció como una figura inspiradora por su propia historia migrante. “Sólo quien ha sido migrante sabe el dolor que se vive al dejar tu tierra, tu familia, tus raíces… por eso admiro profundamente a nuestra Canciller, porque ella también fue resiliente y hoy nos escucha con empatía”, dijo.
Un mensaje que trasciende fronteras
Al cierre del evento, Jorlys González dejó una reflexión que resonó más allá del auditorio: “Agradecida de ser la voz de los que a veces no tienen voz”. Su intervención reafirmó que el diálogo sobre migración debe incluir las vivencias reales de quienes la enfrentan día a día, y que las soluciones deben construirse desde la humanidad, no solo desde los despachos.
Con esta participación, Delta Amacuro no solo estuvo presente en un encuentro internacional: estuvo al frente. Y con Jorlys González como representante, la diáspora venezolana encontró una voz firme, sensible y profundamente comprometida.