En Delta Amacuro, la salud pública no es solo una política: es una causa que se abraza con entrega. La gobernadora Loa Tamaronis lo ha demostrado una vez más al liderar personalmente el inicio de la segunda jornada quirúrgica en el Hospital Dr. Luis Razetti de Tucupita, una iniciativa que busca atender a más de 400 personas con intervenciones médicas que van desde hernias y vesículas hasta histerectomías y lipomas.
Acompañada por el alcalde Javier Arenas (Antonio Díaz) y representantes de Pedernales, Tamaronis supervisó cada detalle del operativo, reafirmando su compromiso con el bienestar de los deltanos. Su presencia no fue simbólica: fue activa, cercana, humana. En cada sala, en cada conversación con médicos y pacientes, dejó claro que su gestión no se limita a despachos, sino que se construye en el terreno, junto a su gente.
Uno de los gestos más conmovedores de esta jornada fue el anuncio de un plan especial para operar a niños que sufren de hipertrofia amigdalina, una condición que afecta su respiración y calidad de vida. En alianza con la doctora Luisa, se trazó una ruta quirúrgica que permitirá a estos pequeños recuperar su salud y volver a respirar sin dificultad. Es una apuesta por el futuro, por la infancia que merece crecer sin dolor.
Pero la visión de Tamaronis va más allá. El próximo 22 de noviembre, anunció, podría abrirse la sede regional de la Misión Sonrisa, junto a un laboratorio especializado en prótesis dentales. Esto permitirá devolver sonrisas completas a quienes las han perdido, reafirmando que la salud también es autoestima, dignidad y alegría.
En tiempos donde muchos esperan soluciones, Delta Amacuro tiene una gobernadora que no espera: actúa. Loa Tamaronis no solo gobierna, acompaña. No solo promete, cumple. Y en cada jornada médica, en cada niño operado, en cada sonrisa recuperada, deja una huella que no se borra: la de una líder que cura con el alma.

